La Voz Diaria – 14 de diciembre de 2025

La Voz Diaria – “Mi voz oirás por la mañana, oh Señor; por la mañana dirigiré mi oración a ti y alzaré la vista.”

14 de diciembre de 2025

Jesús habla:

Sigo diciéndote que pongas tu mano en la Mía y confíes en Mí para el mañana. No puedes ver el bosque por los árboles, pero Yo veo más allá del bosque y los árboles. Confía en Mí con todo tu corazón y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconóceme en todos tus caminos, y Yo enderezaré tus veredas. Los caminos que tengo ante ti son gozosos y llenos de felicidad. No desesperes, sino alza tus manos en alabanza y acción de gracias hacia Mí, porque Yo soy el autor y consumador de tu fe.

Tu labor no ha terminado. Debes continuar declarando Mis obras y palabras a esta generación presente, para que me conozcan y me amen como tú me has conocido y amado. No pierdas tu confianza. Yo te consolaré. Yo te fortaleceré. Yo te sostendré con la diestra de Mi justicia. Has peleado la buena batalla de la fe. No desmayes, porque te espera una corona de justicia. No temas. Aférrate a mí. Cruza las puertas que te abro. Pon tu mano en la mía y seré mejor que una luz y más seguro que un camino conocido.

Yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin. Confía en mí, que puedo y supliré todas tus necesidades, porque a mi Padre le ha placido darte el reino. Recuerda, el gozo del Señor es tu fuerza. Ve con alegría. J es para Jesús. O es para los demás. Y es para ti. Prioriza tu relación conmigo y tu servicio a los demás. Busca primero mi reino en los corazones y las mentes de las ovejas que te guío, y no te fallaré. Yo soy el Buen Pastor que da su vida por las ovejas. Haz lo mismo. El mayor entre ustedes debe ser el servidor de todos. Busca servir. Busca ministrar, no ser ministrado. 

Dad, y se os dará; apretadamente, rebosando, os darán en el pecho. De gracia recibisteis, dad de gracia. Es más bienaventurado dar que recibir, porque Dios ama al dador alegre. En la casa de mi Padre hay muchas moradas. Voy a prepararos un lugar, para que donde yo estoy, vosotros también estéis. Seguid siendo un buen siervo y fiel, para que os reciba en mi reino cuando llegue vuestro momento con un... «Bien hecho, buen siervo y fiel. Entra en el gozo de vuestro Señor». Sé fiel hasta la muerte, y os daré una corona de vida que no se marchita, sino que perdura para siempre. Os amo. ¡No os rindáis! Ya casi lo habéis logrado. Agarraos a mi mano y no fallaréis.